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jueves, 9 de marzo de 2023

Las fases del duelo (y de la muerte)

Me es imposible no hablar del contexto de mi mundo. El mundo en dónde vivo, mi realidad y mi visión de las cosas.
Los tiempos no han sido buenos para aquellos soñadores cómo nosotros.



Creo (y supongo) que me acerco al final de esta vida. No hablando directamente sobre mi mortalidad física, sino, emocional. Siempre he pensado que cada vez que cumplo años, muero y un nuevo yo nace para experimentar el mundo en este cuerpo.
Para mí yo actual (XVII) no ha sido nada fácil su vida. Nunca lo creí, nadie lo creyó. Es demasiado cierto eso, tu vida puede dar un giro de 360° en cualquier momento. Sin avisar y sin delicadeza.

Un golpe duro y desgarrador que te hunde hasta el fondo. Te ahogas de a poco y tus pulmones se impregnan de agua. Sientes que este es el final... Y de alguna manera lo es.

Es cierto, el corazón duele y dolió demasiado. Pensé que iba a tener un infarto ahí mismo, mientras sostenía mi teléfono con manos temblorosas y las lágrimas cayendo por mi rostro. Sentí como se desgarraba aquel músculo que me mantenía aquí, que se partía a la mitad, que explotaba... que... se apagaba.
Desde ese día no me he sentido yo, desde ese día ya no pude volver a sentirme "feliz".

Semanas después, otra tragedia. Está segunda más traumática y dura de tragar. Aquel cuerpo inerte en el suelo, pálido y lánguido me revolvió el estómago. Quedé en shock (y sigo estándolo). Lo cual me desanimó aún más, porque recuerdo que dos días antes le dije a mi amiga que sentía que el universo se estaba apiadando de mi y de alguna manera, sentía felicidad.

Pobre de ti, Loren. 

No, no más autocompasión.

Creo que, esto me ayudó a darme cuenta de muchas cosas. Me contengo más, me controlo más, pero ya no me amo ni amo a mis semejantes.

Perdí a mucha gente a la cual amé, a los cuales quise con todo mi ser y mi alma. Aquellos por los cuales me sacrifiqué y su felicidad se volvió mía.

"Todo lo que alguna vez hice, lo hice por ella. Y ahora no está, pero yo sigo aquí... A veces, me pregunto si ella puede verme a través de tus ojos"

Espere, pacientemente. Con nobleza y dulzura, con los brazos abiertos, lista para emocionarme a su regreso. Los días pasaron, las semanas pasaron, y los meses han pasado... Me sentí como Hachiko, esperando a su dueño hasta el final de su vida. Lamentable no soy un perro, así que me cansé de esperar.
Sigo con los brazos abiertos, pero ya no me quedé ahí, sentada en esa oscuridad y frialdad del silencio, de la distancia y la indiferencia.

"Ira"

Me eché la culpa a todos menos a mí. Claramente, yo soy un ser que jamás pecaria, que jamás comete errores. Muy falso de mi parte... Porque tiempo después me puse a reflexionar, y me tragué las consecuencias de mis acciones "Maldita tonta, si no fueras tan Nihilista nada de esto hubiera pasado"
Pero así es como uno aprende, ¿No? A prueba y error. A caída y golpe.

Por un largo rato no sentí nada, fue como si todo se hubiera puesto en pausa.

Después, lentamente nadé hacia la superficie, tragaba agua a montones y mi cuerpo se encontraba adolorido. El amor que alguna vez sentí me motivo a salir de aquí. "Las cosas pasan por algo" 
¿Será que mi destino requería ésta lección?

Ya lo he comprobado múltiples veces, de alguna forma todo se alinea, todo regresa y es lo que es por ley divina. No debería tener miedo de estar sola o alejarme de los demás. 
Lorena, penta rei.

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