} -->

R

lunes, 17 de noviembre de 2025

Algo se rompió aquí

 Parece que mis planes no fueron lo acordado. Decidí arrepentirme, o al menos decidí poner mis pensamientos y sentimientos en orden. Ya lo he comentado antes, pero no pude más; cada vez era una tormenta más grande que no podía contener.


Así que sí: fue Halloween, y lamentablemente no me disfracé de todo lo que había dicho en mi post pasado. Para la universidad me disfracé de Clementine, de The Walking Dead, y ya en Halloween me disfracé de, vaya, Caperucita Roja. Al final sí lo hice; me valió.

Y es que así he estado. Escribí cartas sobre mis sentimientos, y lo dudé mucho porque soy un adulto y, al final del día, sé que toda decisión que tome tendrá una consecuencia. Estoy totalmente abierta a aceptar todas las consecuencias que mis acciones tengan, porque sé que no soy pura ni, casi casi, la Virgen María. Claramente no.

Pero si algo puedo decir es que soy humana, suficientemente humana para aceptar mis errores y aprender de ellos. Porque si no te equivocas y no aprendes, entonces no estás ejerciendo lo que yo considero la humanidad. Justamente lo discutía con un amigo: para mí, ser humano es tener valores y principios. No somos animales. Bueno, sí lo somos, pero tenemos esta capacidad de razonar. Y si no la usas y decides ser una mierdilla, entonces no eres más que un animal actuando desde sus instintos. Y un humano que actúa solo desde sus instintos simplemente no es humano, porque tenemos esta cosa evolutiva que, no sé qué, pero ahí está.

En fin. A lo que me refiero es que estuve poniendo en práctica lo aprendido durante este año y medio de conflicto tan grande que tuve. Analicé todo, porque hace poco decidí pasar unas fotos viejas a una memoria y encontré muchos recuerdos que me revolvieron el estómago. No pude evitar pensar qué había pasado para terminar tan mal. Entonces me puse a reflexionar acerca de la situación y pensarla con la cabeza fría. Yo creí que esas personas también estaban ya con la cabeza fría, pero al parecer no fue así.

Sigamos. Escribí estas cartas de la manera que pensé que era la mejor y la más adecuada. Decidí expresar cómo me sentía sin verme humillada, sin tirarme al piso para que me recogieran, sino de manera más sincera. O al menos eso pienso que hice.

Un día las envié. Hubo gente que las vio; alguna gente rodó los ojos y otros simplemente no dijeron nada. Creo que mi reputación está tan quemada que piensan que fue algo malo, cuando no fue así.

El chiste: en Halloween básicamente se me revolvió la sangre. Me puse fría. Sentí que se me caía todo cuando alguien respondió, y no fue de la mejor manera del mundo. No quiero decirlo, pero parece que alguien se proyectó, y no fui yo. Eso me hizo sentir mal y me hizo darme cuenta de que quizá lo mejor era que toda esta situación hubiera quedado atrás. Pero al menos yo quería dar mi última palabra, porque al final siento que fui la única que dio la cara en la situación y la única que cargó con el dolor.

Al final del día no sé qué piensan los demás de mí, y no puedo meterme en su cerebro ni cambiar lo que piensen. Para ellos, ellos hicieron lo correcto. Para mí, yo hice lo correcto, aunque sean cosas totalmente diferentes, porque vienen de puntos de vista distintos. Quisiera decir que no me afectó, pero en cierta forma sí lo hizo. Sin embargo, siento que estoy tan disociada, con la cabeza tan fría, que aunque en el momento tuve miedo de que pudieran hacer algo, me di cuenta de que no. No va a pasar nada, porque es gente cobarde que decide no actuar y no hacer nada. Así que no lo sé.

Es horrible, porque a mí genuinamente me dolió. Y genuinamente, créanlo o no, esas personas eran como mis ídolos. Yo los admiraba muchísimo y había demasiado aprecio. Y que te traicionen así, bueno… ya ves. No es algo bonito ni agradable, básicamente. Pero tengo que vivir con eso.

Ahora me siento más tranquila, de alguna forma, pero al mismo tiempo no sé si estoy dejando las cosas en buenos términos o totalmente lo contrario. No sé qué digan de mí o qué vayan a decir o hacer. Pero hasta ahora puedo decir que he actuado de la mejor manera que he podido. He intentado ver las cosas desde la mejor perspectiva posible.

Quizás muchas cosas no fueron mi culpa, y muchas otras sí lo fueron. Al final del día, aunque para mí algunas cosas hayan sido ridículas, en mi opinión, yo respeto sus sentimientos. Así que prefiero no decir nada.

Pero sí estoy bastante decepcionada de la gente. Y eso es todo lo que quería decir, o al menos por ahora.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario