❧Envidia❧

“Quizás mi error cambió el universo por siempre, si les soy sincero, no me arrepiento de nada. Siempre fui consciente de las consecuencias de cada cosa que hacía, pero llego un momento en el que ya no me importaba lo que pasará ni sus secuelas. Al ser un dios se tienen bastantes limitaciones respecto a la “vida” fuera de hacer nuestro trabajo, tenemos reglas, que aunque se puedan romper, a lo que le tenemos miedo es a lo que le pueda pasar a nuestro fallo. Yo siempre estuve preocupado por el estilo de vida que llevaba mi primogénita, que fue horrible, y yo nunca decidí eso, fue el destino…….. Envidia, ese sentimiento de sospecha e inquietud de un ente que nos quita nuestro puesto con esa persona querida, lo conozco muy bien; cuando fui creado me di cuenta que no era el único aquí, aquí en el universo, más que nada en el cielo. Al principio siempre fui rechazado por mis hermanos, no me querían por el poder que tenía, pues, era obvio que no te quieres juntar con alguien que pueda hacer y traer el mal a tu vida el, la gente pensaba que por ser un dios de la calamidad no tenía sentimientos, era irrebatible que los tenía, todos los tienen, incluso la partícula más pequeña que pueda existir. Mi madre siempre me quiso, bueno, ella quiere a cada cosa del universo, pero más a sus hijos, en especial a mí; siempre me comprendía, me cantaba nanas, me enseñaba a usar mi poder y equilibrarlo con mi hermana, me acuerdo que un día llegó un nuevo dios, un nuevo hermano, que no era nada más y nada menos que el dios de la vida obviamente del mundo de los vivos (Shuga), en sí los dioses están muertos, no tienen alma vegetal, pero si están bastante vivos espiritualmente. Este nuevo dios se convirtió en el nuevo favorito de mamá, no sé en qué momento empecé a odiarlo, sentía bastante envidia cuando él estaba cerca y me comportaba como un total belicoso. En fin, todos mis hermanos y yo fuimos creciendo hasta volvernos firmes y auténticos dioses, por mi parte decidí irme al rincón más alejado del cielo a vivir y reinar, también decidí olvidar mis rencores y concentrarme en mi trabajo sin molestar a nadie. Tiempo después conseguí a mi primer Shinki que más tarde sería mi sirviente personal. Y así mi vida se volvió tan monótona como el día después de la noche.”

-Kamisama Waru