¿Porqué me duele? ¿Porqué arde? No debería de ponerme así. Pero lo es.
Maldito miedo al cambio, te odio tanto, como no tienes idea. Pero más me odio a mí.
Me siento prisionero del tiempo, queriendo conservar todo y evolucionando constantemente ¡Qué maldición?
Me siento prisionero de mi cuerpo, un simple cuerpo. Hecho de carne y hueso de viceras y sangre. Oh gran cuerpo sangrante ¿No te puedo moldear?
Ojalá y fuéramos de plastilina, ojalá y fueramos masa la cuál puede amoldarse a lo que quiere. Pero no es así, porque el cuerpo es sólido y se rehúsa a cambiar, se reusa a experimentar, porque prefiere sufrir. Porque prefiero sufrir.
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