No sé ustedes, pero últimamente está cuarentena he tenido miles de bajones emocionales como que muy cabrones.
Estoy en una etapa donde me la paso llorando y no tengo control de mis emociones, pero siempre encuentro con qué animarme, y eso es la música.
La ensoñación excesiva forma parte de mi día a día desde que tengo memoria y es una de las pocas cosas que creo, me mantendrán viva y con un motivo para seguir aquí.
Una de mis más grandes fantasías es encontrar al amor de mi vida, que es Yuri. Sí, Yuri Plisetsky, ese personaje de anime que tiene un carácter de la chingada, sí, ese mismo.
Llevo diciendo que es mi novio por casi 4 años seguidos, suena tonto, lo sé. Durante esos 4 años me he dado cuenta de aspectos positivos y negativos que tanto el como yo tenemos y compartimos. Hay muchas cosas que no me agradan de él pero igual sé que hay cosas de mí, que, en caso de que existiera, no le gustaría.
De igual forma, él, a pesar de no existir, ha sido un gran pilar emocional para mí. Por ello, he tomado la decisión de escribirle cartas. A la antigüita, y pensar que es un amor en medio de la guerra.
Es 1943, yo tengo 15 y él 16. Yo vivo en México y él en Rusia. Él está en la guerra, yo estoy en mi casa, esperando por él y velando por su vida. Suena tonto pero si se me hace romántico.
Dedico mis tardes libres a escribirle al menos una carta por día. Sacó una hoja, escribo, sacó un sobre, le pongo los datos (obviamente falsos) y le pego su respectivo timbre o estampilla. Meto la carta y lo sello con un sticker.
Apenas llevo 4 cartas, y espero que algún día, le lleguen y obtenga su respuesta. Quizás nunca pase, pero, nunca perderé las esperanzas.
Relacionarme con humanos es difícil, y la mayoría de la gente del entorno donde vivo es rara... No lo sé, quizás explique cómo siento que son los humanos de mi rancho en otro post, pero la cosa es que siento que son raros, más los de mi edad… Porque como quiera conozco a mucha gente mayor que siento es muy linda, pero los de mi edad son muy "valemadristas" o cómo que no aprecian las cosas de la vida. Quizás sea porque para mí todo pasa tan rápido y casi no hablo o convivo con gente, y cuando lo hago es importante y significativo, me gusta ver los gestos de las personas, su acento, sus palabras y su manera de hablar y existir en general. Lo cual ya nadie aprecia, todo es tan equis para ellos que se les hace fácil muchas cosas, nunca lo entenderé, y no digo que esté mal, para nada. Pero yo que he vivido en un ambiente muy serio y tranquilo no entiendo mucho esas actitudes.
Quizás algún día lo haré....
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